martes, 18 de febrero de 2014

Una palabra, una historia - Corazón

¡Hola lectores!
Image and video hosting by TinyPicEsta vez la entrada de la iniciativa: "Una palabra, una historia" trata sobre el CORAZÓN. Espero que os guste mi relato sobre ello. Sí, está con mucho retraso... mejor no hablemos de ello.

No tiene en cuenta sus sentimientos. Lo patea con dureza, sin expresión alguna. Lo escupe, lo arruga, lo ensucia. Y lo pisa. Y lo vuelve a pisar.

- Esto es una basura. Una auténtica basura. - consigue escupir - Vuelve a la habitación si aún te quedan ganas de dibujar mierdas como esta.

El profesor se marcha enfurecido y con la cara roja. Ahí deja a la niña, sola, indefensa, sin esperanza. Ellos esperan que termine. Sólo quieren que se venda, cualquier cosa pero que se venda. Pero él no. Él quiere que se venda, pero que se venda bien. Y ella no puede conseguir eso.

Ya no soporta más. La tienen como un animal más, una máquina de dinero. Y eso no es lo que ella quiere llegar a ser. Levanta temblorosa el dibujo que ha aplastado su profesor y no puede evitar que unas inevitables lágrimas surquen sus mejillas. Aún es joven, aún es débil. No se puede abusar de un talento, porque termina corrompiéndose.

No pueden pedirle que haga el doble de trabajo. Hacerlo todo bien. Tener satisfechos a todos. El garabato que tiene frente a sus ojos lo confirma. Pone su alma en cada uno de sus dibujos. Bueno o malo, siempre pone un trocito de su alma. No pueden pisotearlo así. No pueden pisar su corazón cuando les venga en gana. Un dibujo, un alma, un trozo de su corazón. ¿Pero por qué no lo entienden? ¿Por qué siguen e insisten? ¿Acaso no ven que no puede, que está al límite?

Los adultos hacen de arma asesina. Poco a poco, van acabando con su sueño, con su arte y talento. Un corazón corrompiéndose es muy normal en estos casos. Ella lo siente.

Pero el abuso infantil son difíciles de eliminar cuando el corazón no da de sí. Y es que la resignación es algo que han comenzado a enseñarle con tesón, siempre cada vez que recibe un puñetazo literal y metafóricamente, en su pequeño corazón.

Sin darse cuenta, comenzaron a romper el tesoro que tanto anhelaban que produjera grandes artes. Destrozaron su corazón, y con él, la máquina que mantenía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir opiniones es algo muy bello, te animo a que lo hagas conmigo. Tu comentario me hace feliz, me motiva a postear más a menudo. ¿A qué esperas? Ven y comenta :)